A través de sus redes sociales, Andrea Collarini, ubicado en la posición número 304 del Ranking ATP, denunció un robo ocurrido en pleno Challenger de Sarasota.


«Después de ganar mi partido de tercera ronda en el Challenger de Sarasota, USA, me dirijo al vestuario a ducharme. Salgo dos minutos del vestuario para pedir turno con el Kinesiólogo. Cuando vuelvo me encuentro a un señor (Alrededor de 50 años, pelo corto oscuro con gorra y remera blanca) sacándome la ropa de mi bolso. En Shock intento frenarlo, y devuelve lo que en ese momento estaba sacando (dos medias sucias y unas muñequeras). En medio de esto, me doy cuenta de que mi bolso estaba todo revuelto y mientras tanto el sale corriendo.

Intento perseguirlo pero desafortunadamente el estacionamiento estaba al lado y ya estaba arriba de su auto (todo esto sucedió en un barrio cerrado). La persona que me robó tenía una credencial del torneo pero nadie lo conocía. Algunos jugadores me comentaron que les había pedido fotos y que tenía acento portugués.

Me robó:
– 3 Raquetas (porque las dos restantes las tenía en el auto).
– 2 remeras de partido
– 2 shorts de partido
– 2 pares de medias
– Una bolsa con 25 muñequeras que tengo siempre de respuesto para entrenamientos o partidos.

Me dirijo para pedir ayuda a la organización del torneo, quienes la única medida que tomaron fue caminar a paso lento por las canchas, pensando que así iban a encontrar a un ladrón.
Pedí que cerraran la salida del country y verificaran las pertenencias de las personas que estuvieran saliendo pero nadie hizo nada.

Adicionalmente hice la denuncia policial.
El vestuario no contaba con seguridad y por ende podía acceder cualquier persona que estuviera en el club. Además tenía cámaras de seguridad afuera, que hubieran permitido identificar al ladrón, pero estaban apagadas.
Nadie de la organización se hizo cargo de lo sucedido, siendo que ellos son los encargados de procurar seguridad a los jugadores en su ámbito de trabajo.

Más allá del impacto emocional que me produjo seguir jugando dónde viví este desafortunado episodio, me quedé solamente con dos raquetas, lo cuál me perjudicó mis restantes entrenamientos y partidos, y me va a seguir perjudicando el resto de la gira.

Es una verguenza que pasen este tipo de cosas en torneos profesionales, que podrían ser evitadas cumpliendo con la seguridad requerida».