A tres meses de las elecciones presidenciales, la AAT lanza reformas en el circuito de menores, para abaratar costos y aumentar la competitividad de los torneos.


Daniel Orsanic, Director del Departamento de Desarrollo y Capitán del Equipo de Copa Davis, ha comunicado reformas estructurales en el sistema de competición nacional de menores. Circuito de menores, que en los últimos años ha sufrido una baja significativa de nivel y de inscriptos.

Hace tiempo que los responsables del área de menores no están de acuerdo con la continuidad del sistema de torneos nacionales llamados “G´s”. Pero lo cierto, es que, este sistema funcionó muy bien hasta que se empezó a emparchar con reglamentaciones de juego absurdas y perdió presencia de los mejores jugadores. Agregando a esto el factor económico, ya que financiar a un jugador de 14 años, cuesta en Argentina el 40% de lo que gasta un jugador profesional (una locura).

En oposición a esta mala situación interna, las delegaciones de chicos que compiten a nivel internacional, gozan de buena salud. Y han tenido grandes actuaciones en el circuito mundial junior como en los torneos por equipos. Mucho de esto se debe, al apoyo realizado por el ENARD, con el cual se le dió continuidad al calendario internacional y a una buena política de seguimiento de los jugadores (aunque siempre sea para pocos).

Más allá de las reformas, que gozan de buenas intenciones, aunque parezcan a priori un poco complejas. Lo cierto es que la continuidad del circuito de menores nacional como internacional, exige un debate serio de qué tipo de proyecto a largo plazo debe seguir Argentina, de acuerdo a su ubicación geográfica y a la escacéz de recursos económicos.

Lo que supo ser el mejor sistema de competencias de menores de Sudamérica, hoy es un caballito de batalla para ganar o perder las próximas elecciones. ¿El cambio era necesario?. Si. ¿Las medidas son correctas? Si. ¿Son la solución a un circuito cada vez más desigual, entre los que salen y los que se quedan?. No.

La necesidad de postular profesionales por concurso, la generación de un sponsoreo privado, genuino y sustentable; hacer un circuito económico y compatible con el desarrollo escolar de los jugadores; será la clave para una nueva organización, que vaya más allá de complicadas buenas intenciones.