Panchito Bahamonde, uno de los exponentes juniors más importantes del país, analiza su actualidad y los próximos pasos en el mundo pro.
Entre orgullo y entusiasmo, el presentador llamó su nombre al entregar los  trofeos finalistas en dobles. Fue la primera vez en profesionales y en casa, donde Francisco «Pancho» Bahamonde escuchó las palabras «El Benjamín de Mendoza». No extraña si se considera el importante hito conseguido tan sólo unos meses antes, cuando a los 14 años (en un evento ITF similar en Rosario), se convirtió en el argentino más joven en ganar dos  puntos ATP. Merecido llamado de atención hacia  los titulares de varios medios deportivos locales, que empezaron a familiarizarse con semejante noticia.
Más determinación iba a llegar. Bahamonde continuó el despliegue de números fuertes y prometedores en casi cualquier indicador que podía pensarse. En la categoría Sub 16, ganó 5 torneos COSAT individuales (8 con dobles) de forma sobresaliente. Cinco semanas dejaron estadísticas impresionantes en singles: 25 victorias consecutivas, 50-4 en sets (92 %  de efectividad) y menos de 6 games cedidos por partido.
Luego vino la gran pregunta sobre  su potencial: Si esa otrora supremacía podría traducirse en la primera gira europea. Sin dudas que lo hizo por consagrarse campeón en el inaugural certamen Foligno, y derrotando a algunos peces grandes del viejo continente, como el chipriota Peter Chrysochos y el ucraniano Alexander Lebedyn. Terminadas las cuatro semanas, finalizó con un notable récord 15-3. Prueba suficiente: el test había sido aprobado con resultados satisfactorios.
El progreso no se limitó a ese espectro. En Sub 18, además, consiguió dos títulos (uno en cada especialidad) y permanece 334º, posición que lo incluye  dentro del Top 15 mundial más joven en ese lote. En profesionales, añadió a su logro aquella final, cuyo recuerdo tiene bien presente.
¿Qué te dejó esa semana?
La final en mi propia provincia fue algo único. Y aún más con (su compañero coterráneo) Martín (Alund) con quien tengo una relación muy buena desde hace un tiempo. Siempre hablamos. Es un tipo genial y me ayuda en cuanto puede.
Como sucede con tu gente
Mendoza  apoya mucho al deporte local. Y desde la última gira de hecho hay más propuestas de sponsors!
Jugar tres categorías no es situación habitual para la mayoría ¿Te benefició? ¿Recomendarías ese camino a otros jóvenes?
Sí. Está bueno jugar un poco de todo en esta etapa. Podés ir adquiriendo distintas experiencias. Mi idea es seguir sub-18 y luego intercambiar con futures argentinos.
Sus 1,84 metros, premonitorios a tan temprana  edad, deberían sugerirlo principalmente como un gran servidor. No obstante, la combinación fondo  y revés a dos manos expone sus verdaderas armas. Suma de notable destreza con esos golpes y sólida  actitud de defensa, Pancho promete a través de su lectura de cancha. «Me defino como contragolpeador que se siente más seguro con la  derecha, pero todavía estoy tratando mejorar un golpe que pueda hacer la diferencia«, admite al explicar patrones de juego.
80 partidos jugados durante cinco meses en distintas superficies y contra una gama muy diversa de rivales, dejan en claro la tenacidad y asimismo el ímpetu de pensar trabajo como progreso. Sobre todo entre numerosas expectativas están a la orden del día, anhelando resultados rápidos y en un momento en que la precocidad del tenis no es exactamente constante, todo lo contrario. Esas rachas, por muchos proyectadas consistentes en el momento del tiempo profesional, anticipan la esperanza que puede ser. Ya es.
¿Pensás que te hizo crecer esa etapa?
Sí, por supuesto. Ambas giras sudamericana y europea fueron bastante exigentes en general. Mi nivel bajó un poco por momentos, pero yo siempre me he mantuve entre los principales jugadores. Mejoré mucho mentalmente y ya estoy mucho más fuerte que antes.
El plan inmediato es seguir la alternancia de categorías. El Mundial junior de Barcelona será un tramo significativo en términos de objetivos. Siempre un verdadero team player, se siente motivado con la formación de la que es parte con Lautaro Pane y Agustín Torreano: «Es una competencia muy dura, pero nuestro equipo es sólido y vamos con nuestras posibilidades”.
Como reconocimiento de sus buenas actuaciones, la Asociación Argentina de Tenis (AAT) lo premió, junto a su entrenador Iván Rudich, por su evolución. “En lo físico y mental fue notoria. Mejoró en velocidad, y su derecha la maneja con facilidad”, opinó sobre él nada menos que Modesto “Tito” Vázquez, director de Desarrollo, a través de un comunicado del área. Una confianza que se extendió con el otorgamiento de invitaciones especiales (wild cards) para los cuadros principales de dos ITF cordobeses. Todo un signo de apuesta por el futuro.
Por Sebastián Capristo
Especial para BATennis