En el medio la polémica por el humo de los incendios en Australia, un chico con ganas de llevarse el mundo por delante se entremezcla entre alguna estación del travía de la cosmopolita Melbourne. Muchos son los que, por la profesión que eligieron, tienen esa posibilidad latente de viajar y conocer nuevos lugares. Esta es la historia de Fede Coria.

«No sabía que aquí manejaban como en Inglaterra, con el volante del otro lado. No tenía ni idea. Melbourne es una ciudad super ordenada y moderna. Estoy sorprendido. La gente es respetuosa y siempre con buen humor. Es una gran impresión la que me estoy llevando», hace referencia el hermano del Mago, con esa sonrisa y relajación que supuso conseguir esa tan ansiada primera victoria en un Grand Slam.

Justamente, Fefo hablaba de similitudes con Inglaterra. Londres, la capital británica, es emblemática por sus famosas cortinas de niebla que tiñen de mágico sus calles y alrededores. No por comparar, pero en Melbourne, la cortina de humo se ha convertido en una neblina tóxica que ha puesto en jaque la salud de los jugadores y ha levantado varios críticas de ellos hacia la organización del Abierto de Australia por las medidas insuficientes para combatir dicha situación:

«Los primeros días desde que llegamos hacía frío y estaba nublado. No se palpaba el humo y nadie hablaba de eso en el torneo. Luego comenzó a salir el sol, cambió el viento y el día que arrancó la qualy no se veía practicamente nada desde el octavo piso de nuestro departamento. En mi caso a la hora de jugar no tuve ningún inconveniente. Pero es una cuestión muy personal, cada uno lo siente diferente. Ayer, por ejemplo, la chica (la eslovena Dalila Jakupovic) sufrió un ataque. El humo está y a cada uno le puede afectar distinto. Yo por suerte lo sentí un poco en los ojos. Pero a la hora de respirar seguramente eran los nervios por el partido (risas)».

Volviendo a lo tenístico, Coria no oculta su felicidad a la hora de recordar la victoria ante el indio Ramkumar Ramanathan que significó su primer éxito en un torneo Major: «Cuando terminé el partido estaba muy emocionado y feliz. Fue una de las mayores alegrías de mi carrera. Es mi quinta vez jugando un Grand Slam y me venía preguntando cuándo voy a ganar un partido. Me saqué esa mochila y ahora voy por más. Estoy muy ilusionado y concentrado para el próximo partido contra Gulbis».

En una temporada en donde el propio Fede prevee cambios significativos en el armado de su calendario, por ranking y por las ganas de sumar nuevos desafíos a su carrera, luego de Australia ya va armando en su mente la próxima gira y sus siguientes objetivos.

«Voy a jugar la gira sudamericana comenzando en el Challenger de Punta del Este. También tengo ganas de ir a una universidad donde la ATP dicta cursos que duran tres días y te enseñan cuestiones de finanzas, doping y un montón de cosas más que están buenísimas. Somos varios los sudamericanos citados. Y luego jugaré mi primer qualy de Masters 1000 en Indian Wells. Estoy super emocionado, es todo nuevo para mi. Tengo ganas de jugar muchísimos torneos este año».

Así, con esas ansias de entrar siempre a una cancha a darlo todo y más, un Fede Coria intenso que se muestra tranquilo pero que de a poco asoma entre los primeros planos del tenis mundial, y ya sin la sombra de Guillermo. Con nombre propio.