Francisco Cerúndolo pasó por el Hablemos de Tenis y reflexionó sobre lo conseguido en la primera mitad de la temporada. Inició el ciclo ubicado en el puesto N°127 del ranking, se integró en la gira más exigente del mundo y acumuló resultados destacados que lo terminaron posicionando entre los 25 mejores del planeta.
Las primeras actuaciones del año
El año de Cerúndolo comenzó en la gira oceánica con su participación en Adelaida. Posteriormente llegó la quinta celebración a nivel Challenger en Santa Cruz y más adelante, en Río de Janeiro, la primera semifinal en un ATP 500. Al mes siguiente la actuación más destacada de su joven carrera: la clasificación entre los últimos cuatro del Másters 1000 de Miami. En el camino que lo llevó hasta allí había derrotado a figuras instaladas en la gira ATP desde hace tiempo como Reilly Opelka, Gael Monfils, Frances Tiafoe y Jannik Sinner.
“Fue un cambio muy rápido. Arranqué el año 120° más o menos y en julio, empezando agosto, estoy 25°. Fue casi un ascenso de 100 puestos pero más que esos 100 puestos es meterse en la élite del tenis básicamente. Empezar a compartir vestuario con los mejores del mundo todas las semanas, entrenar con ellos, enfrentarlos. Te cambia la cabeza muchísimo. Yo sabía que el tenis estaba ahí dando vueltas, era cuestión de ajustar un par de cosas, de mantenerme mentalmente más consistente. Gracias al laburo que hice, la verdad es que me maté entrenando, traté de mejorar muchísimas cosas y gracias a todo eso se empezaron a dar los resultados. Hoy en día estoy disfrutando y con muchas ganas de seguir mejorando porque me veo ahí y me da una manija total”.
Consagración en Bastad
Las buenas cosechas del Transiberiano no mermaron con el correr de los meses. Luego de su paso por la gira de césped, en donde enfrentó a Rafael Nadal en la primera ronda de Wimbledon estrenándose de manera absoluta en el torneo dentro de un escenario inmejorable como el mítico Centre Court, llegó el premio más grande. En el ATP 250 de Bastad, ubicado en el cuadro a la par de Casper Ruud, Andrey Rublev, Diego Schwartzman, Roberto Bautista Agut, Pablo Carreño Busta y más tenistas de renombre, Francisco se encaminó en la semana más memorable de su carrera accediendo a la última instancia del certamen y derrotando a Sebastián Báez en una definición 100% celeste y blanca para consagrarse por primera vez dentro del circuito ATP.
“Es una locura. Creo que el primer objetivo del año era meterme en el Top 100. Cuando me metí, el siguiente objetivo que nos pusimos fue meternos Top 50 a fin de año, o sea, terminar el año en el Top 50 si se podía y hoy estoy 25° con un título ATP, semi de Masters 1000, dos semis de 500, victorias ante Top 10. Todas cosas que no me imaginaba hacer nunca en la primera mitad de este año, se dio todo muy rápido. Hoy me veo muy bien, siento que puedo seguir avanzando en lo que queda del año”, reflexionó en diálogo con BATennis.
Actualidad del circuito
Finalmente, consultado sobre los estilos predominantes en la gira masculina, remarcó: “Se está jugando mucho más rápido sin dudas. También está todo mucho más físico, están todos entrenadísimos y la raqueta va mejorando. Es más complicado encontrar jugadores como un [Lorenzo] Musetti por ejemplo, que te varía las alturas y tiene variantes, porque al ser todo más rápido, tenés que tener mucha mano, mucho timing para poder absorber esas velocidades y salir con un tiro lento o altura o ángulo. Entonces capaz por eso es que los jugadores son más agresivos. Es difícil pero siempre salen algunos jugadores más tácticos, son menos hoy en día pero siempre aparecen. Pero yo me caracterizo más con un Alcaraz que con otros estilos de juego”.