Voy a hablar de una chica alta, rubia, esbelta, y rusa. Vos, amigo mio, estarás pensando automáticamente en Sharapova ¿Y quién podría culparte? Pero no, esta vez me refiero a Ekaterina Makarova, quien ya está en semifinales del Abierto de Australia por primera vez.


Quienes «manejan» el deporte a veces son injustos, porque premian o reconocen por marketing y talento, en lugar de hacerlo solo por el talento. Las marcas se deben dedicar a premiar por marketing, no quienes entregan reconocimientos por rendimiento ¿O acaso Lionel Messi merecía el Balón de Oro en el Mundial de Brasil? ¿Y Cristiano Ronaldo merecía el premio al mejor jugador en el Mundial de Clubes? Para mí no. Pero venden, y eso pesa a la hora de las decisiones. Muchos lo resumirían como «El Negocio».

Bueno, en el tenis femenino vende Sharapova, vende Bouchard y venden las hermanas Williams, pero Makarova no atrae para el marketing, y por eso no se habla de ella como se debiera. Pero el talento, el esfuerzo, y el trabajo, deben ser mencionados.

Por eso, amigo mio, voy a tratar de «hacer justicia», y destacaré a la nacida en Moscú, quien ya desde hace dos años hace ruido en el circuito.  Ekaterina nació un 7 de junio de 1988. Su padre es banquero en su país natal, y su madre es Ama de Casa. Comenzó su carrera profesional en 2003, en donde no logró buenos resultados. Pero a partir de 2012 su realidad cambió de modo rotundo. A la rusa, ese «click» mental le llegó a los 25 años, y desde ese momento, se fue para arriba.Ya ese año ganó el US Open en la modalidad dobles mixto, para luego, en 2013 y 2014 alzarse con Roland Garros y repetir en Flushing Meadows, pero en dobles femenino.

Esos buenos resultados en dobles también repercutieron en single: En 2012 llegó a los cuartos de final en Australia y cedió en 3ra ronda en el US Open. En 2013 repitió el resultado en Melbourne, y también se metió entre las mejores 8 en Nueva York. Pero el año pasado fue cuando tuvo su mejor desempeño: Arribó a octavos de final en el Grand Slam de Asia y el Pacífico, hizo cuartos de final en Wimbledon, y estuvo entre las mejores 4 jugadoras del  Abierto de los Estados Unidos.

Esa semifinal en el US Open le permitió dar ese salto de calidad para meterse entre las mejores diez jugadoras del mundo a fines del año pasado. La europea quiere continuar haciendo ruido. Dice que se iría a vivir a Australia, por lo bien que se siente allí. Y no es para menos, está a dos partidos de obtener el título. Por eso, hablemos de Makarova.