La exhibición de la Laver Cup en Boston dejó varias aristas a mejorar para que el torneo no pierda su interés.


Aún escribiendo los últimos trazos sobre la Laver Cup, cuesta comprender la falta de show y emoción de la cuarta edición del torneo organizado por la agencia de Roger Federer y el cuestionamiento sobre su interés es lógico. El formato de Europa enfrentando al Resto del mundo, parece haberse agotado luego de la cuarta victoria consecutiva de los del Viejo Continente, que ganaron todas las ediciones desde el 2017.

El Team Europa arrasó con Resto del Mundo y se quedó con su cuarta Laver Cup consecutiva. (Foto: ATP Tour)

Hay varias propuestas renovadoras para salvar la exhibición, unas más rentables y marketineras que otras, pero lo cierto es que, pensando e imaginando otro panorama, suena tentador que una Laver Cup en su versión femenina sería mucho más atractiva en este momento.

En un circuito donde los vaivenes tenísticos están a la orden del día, las mujeres tienen material de sobra de un bando y del otro para asegurar un torneo mucho más dinámico y entretenido en los resultados y por qué no, en el rendimiento.

Ash Barty (1°), Naomi Osaka (7°), Sofia Kenin (8°), Cori Gauff (19°), Bianca Andreescu (20°)y Leylah Fernandez (29°) serían las valuartes de Resto del mundo, y no tendrían nada que envidiarle a su par europeo, que contaría con Aryna Sabalenka (2°), Karolina Pliskova (3°), Iga Swiatek (4°), Elina Svitolina (6°), Belinda Bencic (12°)y Emma Raducanu (22°), entre claro, otras tantas opciones más que podrías imaginar.

Poderío, presente, futuro, casi todas jugadoras TOP 20 y capacitadas para dar el espectáculo que le faltó a los varones. Además, también se valorarían las presencias históricas y emblemáticas, por ejemplo, de las hermanas Williams o jugadoras europeas ex N° 1 que volvieron del retiro, como la leyenda Kim Clijsters.

Variantes más variantes menos, el formato actual de la exhibición masculina sigue siendo cuestión de polémica y un punto a revisar para las próximas ediciones de la Laver, pero, ¿quién no se imagina una futura «Navratilova Cup» o «Steffi Graf Cup»?

Foto principal: Laver Cup