Juan Martín del Potro lo hizo.

En la primera ronda, derrotó a Novak Djokovic en sets corridos. Este sábado, superó a Rafael Nadal por 5-7, 6-4 y 7-6(5) para avanzar a la final de los Juegos Olímpicos de Rio 2016, en donde tiene asegurada al menos de la medalla de plata.

¡Y qué partidazo que jugaron!

Del Potro nunca bajó los brazos

Luego de perder el primer set y, mucho más tarde, de ver a Nadal quebrarlo (en blanco) cuando sacaba para el partido en el tercero, el tandilense hubiera podido bajar los brazos. Pero nunca lo hizo. A puro corazón, Delpo levantó la cabeza y decidió seguir. Se llevó el segundo parcial y, después de ver al español recuperar el quiebre y levantar tres break points en el juego siguiente, ganó su saque en cero para forzar el desempate. Un tiebreak que dominó del arranque hasta el final.

Su reacción tras vencer al español nos emocionó a todos. Las risas, las lágrimas, el beso sobre los anillos olímpicos de la cancha, sus actos demostraban la importancia de este triunfo para él. Hace cuatro años, en Londres, perdió un duelo así ante Roger Federer. El año pasado, ni sabía si podría jugar de nuevo al tenis.

Hoy está en la final de los Juegos Olímpicos, en donde no tiene nada por perder ante Andy Murray, campeón en el 2012.

Juan Martín del Potro: una torre con un corazón de gigante.

Él se merece estos momentos de pura felicidad. Después de tantos años duros por las lesiones de muñeca, es un resultado inesperado que nos inspira a todos.

¡Felicitaciones, Juan Martín!

(Foto: Getty Images)