Hace casi exactamente un año, Stanislas Wawrinka salía del Rod Laver Arena, luchando contra las lágrimas que amenazaban sus ojos tras perder un partido de 5h02 12-10 en el quinto set frente a Novak Djokovic en los octavos de final del Abierto de Australia.

Una semana después, el suizo tuvo otro golpe duro en el dobles de la Copa Davis ante República Checa, cuando perdió, junto a Marco Chiudinelli, 24-22 en el quinto parcial.

A principios de septiembre de 2013, Djokovic y Wawrinka volvieron a verse las caras en un Grand Slam, esta vez en el U.S. Open. Igual que en Melbourne meses antes, fue un partido épico, una gran batalla, un partidazo. E igual que en Melbourne, fue Djokovic quien salió de la cancha triunfador, 2-6, 7-6(4), 3-6, 6-3 y 6-4 en 4h09 de juego.

La tercera fue la vencida

Justo vencedor
Justo vencedor

Este martes fue día de revancha para Stanislas Wawrinka. Otra vez, él y Novak Djokovic lucharon y jugaron un clásico de cuatro horas.

¿La diferencia? Esta vez, Wawrinka fue el que levantó los brazos para festejar, ganando por 2-6, 6-4, 6-2, 3-6 y 9-7 y cortando una racha de 14 derrotas al hilo frente al serbio, que incluía esas dos derrotas en cinco parciales en torneos grandes. La tercera fue la vencida para el suizo de 28 años.

«Estoy muy muy muy muy muy feliz», dijo Stan a Jim Courier en la cancha, justo después del partido. La alegría del suizo siguió en conferencia de prensa, donde habló no sólo de su felicidad de llegar a su segunda semifinal de Grand Slam consecutiva, sino de su vida, explicando que esa es una de las razones de sus recientes éxitos.

«Esta noche voy a disfrutar de mi triunfo porque creo que es importante hacerlo», dijo. «Ése es el motivo por el que he jugado tan bien el año pasado: porque estoy disfrutando de la vida y también disfrutando del tenis.»

¿El cambio? Está en la azotea

Además de una visible felicidad, hubo otro cambio muy importante para Wawrinka. En abril de 2013, empezó a trabajar con el entrenador sueco Magnus Norman, el mismo que había llevado a Robin Söderling hacia el top 5 hace algunos años. Desde el arranque de esa sociedad, Wawrinka ganó dos títulos (Oeiras 2013, Chennai 2014), llegó a su primera semifinal de Grand Slam y a las semis de las Finales ATP e hizo  final en dos torneos más (el Masters 1000 de Madrid y el ATP250 de ‘s-Hertogenbosch). Y ahora está en las semifinales del Abierto de Australia.

¿Cuál fue el principal cambio? La fortaleza mental.

Todo pasa por la cabeza
Todo pasa por la cabeza

«Éso empezó hace muchos años, pero hice un salto especialmente importante en mi madurez mental el año pasado», explicó Wawrinka. «Confío más en mí mismo en la cancha. Sé que le puedo ganar a estos jugadores. Intento todo para vencerlos. Aún cuando pierdo, vuelvo a entrenar para intentar mejorar.»

Es un cambio importante para Stan the Man, que, antes, bajaba los brazos en algunas situaciones. Ahora no más. Ahora lucha hasta el final, deja todo en la cancha, ganando  o perdiendo. Ése cambio, aparte de otros cambios que hizo con Norman, le permitieron llegar hasta el octavo puesto del ranking ATP, y con muy buenas chances de estar top 5 en 2014, tal vez en los próximos días.

Wawrinka enfrentará a Tomas Berdych e intentará llegar a la primera final de Grand Slam de su carrera. «Es una gran oportunidad, seguro», admitió. «Berdych está jugando muy bien desde el arranque del torneo y será muy difícil vencerlo. Hizo una final de Grand Slam. [NDLR: Wimbledon 2010] Y ha llegado a las semifinales de todos los Grand Slams. Él está muy cerca de los top. Será una dura batalla. Pero para mí, no cambia nada que juegue frente a Berdych o Roger o Rafa. Tomo un partido a la vez e intento hacer lo mejor.»

Todo radica en la actitud para «Iron Stan». Y como dice la citación de Samuel Beckett que tiene tatuada en su antebrazo izquierdo: intentará mejor. Si cae, no caerá sin dar todo lo que tiene. Como el luchador que es.

El apoyo de Federer

Wawrinka siempre ha tenido un apoyo muy grande en su carrera: el de su amigo y compatriota Roger Federer. Tras su partido ante Djokovic, Wawrinka fue cuestionado sobre el tema, y habló con sinceridad: «Creo que Roger está muy feliz que gané hoy. Estoy seguro que vio el partido, tal vez no el partido entero, porque fue muy largo, pero él es mi seguidor número uno. Siempre me manda un mensaje después de mis partidos y siempre se pone feliz por mí.»

Ésas palabras tuvieron confirmación con todos con los tweets de Federer durante y después del partido de anoche:

 

 

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(Fotos: Getty Images)