El español se queda con el Master-1000 de Montreal.


La historia de Pablo Carreño Busta es la de muchos grandes jugadores españoles que por momentos pasan inadvertidos. Con varios años en el circuito, llegó al top-100 en el 2013 y al top-10 cuatro años después. Hasta este fin de semana solamente había ganado 6 títulos, poco, para un jugador tan estable desde los números. Miami, Indian Wells y el mismo Abierto de los Estados Unidos lo habían visto llegar a semifinales, pero su perfil bajo nunca lo pusieron en las portadas.

Pero esta semana fue distinta, fue la semana de Carreño Busta. Venció a Hubert Hurkacz por 3-6 6-3 6-3, en una clase de tenis.  En su carrera al campeonato también se impuso a Matteo Berrettini y Jannik Sinner. Con su triunfo Pablo volvió al lote de los quince mejores jugadores del mundo, posición que no ocupaba desde hace un año.

“Finalmente he ganado un Masters 1000. Es una sensación increíble, la verdad. He trabajado muy, muy duro a lo largo de toda mi carrera para estar por fin aquí. Ha sido realmente difícil, pero creo que he firmado una semana increíble, jugando a un nivel muy alto y con una actitud positiva todo el rato. Estoy muy feliz, por mi victoria y por mi nivel. Tengo que dar las gracias a todo mi equipo”.

Nada es lo que parece en la vida de Pablo Carreño Busta, porque parece mucho más bajo de lo que es en realidad, parece que golpea la bola mucho más suave de la velocidad de que genera en vivo y porque su tenis es mucho más de lo que nos hace creer.