Todavía con el título de Indian Wells fresco, Facu Lugones habló sobre la consagración de su dirigido, Cameron Norrie y analizó el recorrido de ellos como dupla desde el tenis universitario hasta la actualidad.


Desde Londres, Facundo Lugones charló con BATennis tras la consagración de su pupilo, Cameron Norrie, en Indian Wells. Considerado uno de los mejores coaches del año, Facu analizó la increíble semana que tuvieron en California:

Una de las duplas de la temporada, con el trofeo del Masters 1000 de Indian Wells. (Foto: BNP Paribas Open)

«Después de perder tantas finales, pensábamos que este no era el año de Cameron. Si ves los últimos meses, veníamos muy consistentes y ganando varios partidos, pero hacerlo en Indian Wells ya es otra cosa. Vencer a Shapovalov y Rublev en un ATP 250 es increíble pero no es lo mismo que hacerlo en un Masters 1000. Que también haya vencido a Bautista Agut, Schwartzman y Dimitrov es zarpado. Contra el Peque jugó el mejor partido de su vida».

Cameron Norrie es ahora nuevo miembro del TOP 15 de la ATP y N°10 en la Carrera al ATP Finals de Turín. Facu aclaró que el ranking no es un objetivo que sea había propuesto al comenzar la temporada pero que si clasifican al Masters, bienvenido sea:

«Nunca nos ponemos objetivos de ranking. A él no le importa tanto el número, quiere seguir adelante y estar lo más alto que pueda. Está bueno no ponerse esas metas porque cuando las alcanzas, te relajás y no podés seguir. Cameron está ahora con la cabeza puesta en el ATP 500 de Viena y en romperla de nuevo, no lo veo relajado. Es muy ambicioso. Si se da lo del Masters, será increíble, como la frutilla del postre de un año donde no paro de superar barreras. Sabemos que no alcanza aún y que deberá tener al menos una semana buena más.»

Todos estos últimos meses han sido de constante aprendizaje para la dupla Norrie-Lugones. Desde remontar vuelo tras las finales perdidas hasta sacarse la espina ni más ni menos que en un Masters 1000:


«Él se la cree mucho, alguien diría que está loco, pero contra los buenos no se achica, si está para ganarles, les gana, no los respeta. Yo estaba tranquilo en que lo podía hacer».


«Pensaba en todas las finales que habíamos perdido en el año. Contra Casper (Ruud) o contra Berrettini en Queen’s. Esos momentos sin difíciles, se te nubla todo, pero vas ganando experiencia. Hay que tratar de morir en la tuya, no cambiar mucho. Es convencerse de que uno viene haciendo las cosas bien y que lo que faltaba era trasladar ese nivel a los partidos importantes y esta semana lo hizo siempre. Ganar Indian Wells superó todos esos malos tragos. También nos acordábamos que hace 4 años, allí cerca de Californía, había ganado su tercer Challenger. Y ahora, tanto tiempo después estar ganando un Masters 1000 es una locura».

 

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La particular historia antes de la final de Indian Wells: le desaparecieron las zapatillas a Norrie

«El día de la final no estaban sus zapatillas en el vestuario. Pero Cameron estaba tranquilo, como si no pasara nada. Encima jugar al tenis con calzado nuevo es durísimo, y en una superficie donde te frenás mucho. Estaba calmado. De igual manera, cuando empezó el partido se trababa, no se podía mover. Y ahí pensé que íbamos  perder la final porque él estaba pensando más en las zapatillas que en jugar». 

Las mejoras que implementó Facu en el juego de Cameron:

«El revés es su golpe más fuerte y natural. Tuvimos que agregarle más variantes como el aproach y el slice, o jugar más largo. Lo que más trabajó fue su saque y devolución, son dos cosas que si se mejoraron».

El apoyo de la federación británica en los comienzos:

«Cuando se fue de la universidad entró en un programa que te ayuda económicamente hasta que te metés en el TOP 100. Te dan plata para invertir en tu equipo. A nosotros nos ayudaron un montón, hasta nos prestaron un preparador físico cuando no teníamos. Siempre nos dejaron trabajar con mucha libertad, y logicamente a ellos también les sirvió que a Cameron le haya ido bien. Eso fomenta a que los chicos que vienen más abajo sepan cual es el camino».

Sobre su etapa en el tenis universitario:

«Los partidos en el tenis universitario son impresionantes, es como un Interclubes potenciado. Se juega con una energía increíble, es muy divertido. Hay mucha pica, mucho diálogo, como en los partidos de fútbol. En esos años vas conociendo como piensa uno dentro de la cancha y eso te sirve ahora para el circuito, es una ventaja muy grande».


«A Norrie le encanta Tomy Etcheverry, dijo ‘este flaco va a ser muy bueno’ cuando entrenamos con él. También le gusta Sebastián Báez. Tiene buen ojo».


El físico, una de las fortalezas de Norrie:

«Físicamente está entre los mejores del mundo en cuanto a resistencia. Se banca los partidos y peloteos largos, es ahí donde sabe que tiene muchas chances de ganar contra la mayoría. Cameron te hace jugar mal, es complicado jugar contra él. No es un flaco que te va a cagar a palo ni a meter 20 winners, él va a luchar los puntos, y ahí está su fortaleza. Pero para eso tiene que estar muy del físico y 10 puntos en lo mental».

La continuidad de la dupla:

«Si él viene y me dice que dejamos de trabajar juntos no me va a cambiar la vida, no le tengo miedo a eso. También en su momento él me insistió en que lo entrene en su momento y que yo lo podía ayudar. Si el quiere trabajar con alguien que tenga más experiencia o cambiar de aire no me voy a hacer drama. Él sabe que si juega bien o mal es en gran parte por su culpa, y por eso no es que le va a echar la culpa a su equipo, Cameron se hace responsable de lo que pasa».

Foto principal: ATP