Reflexiones del último finalista de Wimbledon y su deseo de ser.
Nick Kyrgios se destacó a temprana edad, fue #1 del ranking junior en el 2013 y a los 19 años entró en el lote de los Top-100. Posición que abandonó por algunas semanas este preciso año, justo antes de llegar a la final de Wimbledon.
En esta temporada, algo cambió luego de ganar el dobles del Abierto de Australia y parece que hay objetivos nuevos en la cabeza del australiano: “Tienes que ser un animal mental para ganar un Grand Slam. Creo que ahora le doy mucho más respeto a Novak, Federer o Nadal. Cuando me enfrenté a Nole en la final sentía que estaba fresco, como si no hubiese jugado al tenis en las dos últimas semanas, nunca se puso nervioso. El dobles del Open de Australia con Thanasi (Kokkinakis), aunque fuese a principio de año, me dio muchísima confianza y me ayudó a nivel mental”.
Lo de Kyrgios no se mide en números ni en rankings: “Ha sido así durante toda mi carrera. Mis rivales saben perfectamente que, sea o no cabeza de serie, todo depende de mí cuando nos enfrentamos. Si estoy con confianza y logro jugar bien, realmente no tienen mucho que hacer. Ahora mismo seré 60 del mundo, pero yo siempre me siento como un top-10”.
El curioso Nick es un gran animador del circuito, dentro de una generación de jugadores que poco tienen que ofrecer como son los casos de Alexander Zverev o Daniil Medvedev. Y a pesar de que gran parte de sus ingresos sean para pagar multas por mala conducta. Algo en nuestro corazón siempre va a estar del lado de los chicos malos del tenis.