Al escocés se lo vio con inconvenientes para sacar y moverse.



Andy Murray finalmente quedó eliminado en octavos de final del Challenger de Mallorca, disputado en las instalaciones de la Rafa Nadal Academy. Más allá de volver a hilvanar victorias en singles tras mucho tiempo, la derrota ante el italiano Matteo Viola supuso también un desgaste físico muy grande al cual Murray deberá volver a acostumbrarse y que también le pasó factura. Durante la última parte del partido, el británico tuvo algunos inconvenientes a la hora de sacar y en la movilidad, algo que inmediatamente hizo mirar de reojo hacia su cadera. Pero luego del encuentro, el propio Murray explicó lo sucedido: «Estoy con calambres y muy cansado. Necesito estar mejor físicamente. Me hubiera gustado jugar más partidos pero fue bueno».

Foto principal: Mundo Deportivo