La firma de Atlanta pisó fuerte por primera vez en la industria con el concepto de raquetas “oversize” a fines de los 80´s. Y ya a mediados de la misma década, eran lideres mercado.
Prince, era un símbolo de status, un Rolex con grip y cuerdas sintéticas. Tan aspiracional para un jugador de tenis como un auto o un teléfono celular de estos días.

El Tenis se volvía de colores y Prince entendió a la perfección el concepto, lanzando raquetas como la Prince Spectrum, que venia en color blanco y en una versión amarilla, algo totalmente revolucionario para la época.
Con una línea de raquetas super completa, produce la Prince Graphite. Que fuera la raqueta emblema de la compañía. Usada nada menos que por Andre Agassi y Gabriela Sabatini entre otros. La Graphite era la Ferrari de las raquetas, y a pesar de ser una raqueta con patente antigua, editada en formato 90 y 110 en sus orígenes, con el tiempo fue reversionada en formato 100 larga y corta en múltiples ocasiones.
Nick Bollettieri, que para entonces comenzaba a ser el gran visionario del tenis moderno, se asocia a Prince para consolidar el vinculo con sus jugadores. Acuerdo que iba durar poco menos de cuatro años, para venderse a Donnay años más tarde. Volviendo a firmar con Prince, después de un breve periodo con la marca alemana Volkl.

La compañía siempre pareció debatirse entre sus ideales, que era la innovación tecnológica y lo que la marca representaba para el consumidor, que tal vez, poco le importaba los supuestos aportes revolucionarios de sus nuevos modelos.
A pesar de todo y ya entrados en los 90´s, alejados se sus modelos clásicos y fracasando con la versión de la “Graphite II”. Incorporan las raquetas de perfil ancho, bajo la denominación de CTS, para luego pasar a la línea Synergy. Que tuvo buena repercusión en el mercado, teniendo a Jennifer Capriatti como principal abanderada.

Pero los años oscuros llegaron para la marca. Tal vez un poco adelantados a su tiempo, incorporan el concepto “Long Body”. Apoyándose en las únicas figuras que les quedaban, Michael Chang y el ascendente Patrick Rafter, que serían dos y uno del mundo respectivamente y ganarían tres Grand Slams para la compañía.

Luego de que fuera anexada a Benetton, Prince fue opacando el glamour que la había hecho famosa. Perdiendo el dominio del mercado, y quedando fuera de las tres mejores firmas de raquetas, que eran para ese entonces Wilson, Head y Babolat.
Pero cuando las papas quemaron, Prince volvió a sus orígenes, reeditando dos de los modelos más populares de sus viejos años de gloria, la “Diablo” que usaba Capriatti y la nueva “Graphite” aro 100, que usaría Ferrero, Coria y Nalbandian.

Sin aprender la lección de su antiguo adversario (Wilson) vuelve a incursionar en un nuevo concepto que fue el O-Technology, que incorporaban agujeros mas grandes de los gromets normales. Línea que tuvo una buena recepción de los jugadores profesionales, pero poca aceptación del público amateur. La línea EXO3, derivada de la anterior, supo tener algunos puntos fuertes a nivel resultados, sobre todo del lado de los hermanos Bryan, Coria, Ferrero, Ferrer y Sharapova.

Entrados en la década actual, Prince fue perdiendo aún más presencia en el mercado. Y pareciera no tener la suficiente espalda para sostener a grandes jugadores, como es el caso de Iga Swiatek, ganadora de Roland Garros 2020, que marchó a Tecnefibre con el primer ofrecimiento.
Al día de hoy solamente Isner es el único jugador Prince dentro de los cien mejores del ranking. Aunque todavía hay algunos jugadores que siguen usando la marca sin contrato como es el caso de Marcel Granollers o Pablo Andujar.
En el ámbito local, solamente Nicolás Kicker, sigue jugando con Prince. Que precisamente tuvo que comprar raquetas usadas por un tiempo ya que le resultaba difícil que Prince le fabricara su ExoTour de 18×20.

Su actualidad comercial, y su presencia en el circuito no estaría pasando por su mejor momento, pero sus productos siguen siendo competitivos. En el 2020 lanzaron nuevamente la Graphite y la Diablo cambiándole el nombre con la denominación Phantom. Y para este 2021 volvieron a desenterrar el concepto de su línea Synergy y dos raquetas nuevas llamadas Ripstick.
A casi treinta años de su época dorada, Prince batalla por mostrarse como una marca basada en la innovación tecnológica. De hecho, sus lanzamientos siempre estuvieron encadenados a un nuevo concepto de desarrollo. Pero son las viejas recetas lo que Prince maneja a perfección. Posiblemente todo haya sido inventado para Prince, y podamos disfrutar de lo más importante. El glamour de tener una Prince en la mano.