Este domingo, el tenis se vistió de gala con las finales femeninas y masculinas que se disputaron en distintos puntos del mapa. En Stuttgart, Iga Swiatek no tuvo problemas ante Aryna Sabalenka y se consagró por cuarta ocasión consecutiva, enalteciendo el brillante momento que atraviesa con 23 victorias al hilo.


El 22 de febrero pasado, la polaca iniciaba su recorrido en el WTA 1000 de Doha con un triunfo frente a Viktorija Golubic. Dos meses más tarde, con un ritmo constante y con la noticia del retiro de la N°1 del mundo, Ashleigh Barty, como cosa del pasado cercano, Swiatek se ha encargado de despejar las dudas del ojo público gracias a su liderazgo, hambre de victoria y contundencia a la hora de jugar en los momentos decisivos. 

Lo demostró con Anett Kontaveit en Qatar, lo ratificó ante Maria Sakkari en Indian Wells -a quien no había podido ganarle en los tres primeros cruces dentro del circuito-, lo reafirmó con Naomi Osaka en Miami -evento más que especial ya que su ganancia inaugural le garantizó la escalada al trono WTA y, posteriormente, se metió en la exclusiva lista de ganadoras del Sunshine Double con Steffi Graf, Kim Clijsters y Vika Azarenka-.

Este domingo lanzó una nueva señal en la definición de Stuttgart versus Aryna Sabalenka, finalista en la edición anterior y ex N°2 del mundo, ganando el título con un doble 6-2 apabullante en el marcador. Quien la haya visto desplegando sus herramientas esta semana sabe que arrancó la gira predilecta, esa que la vio deslumbrar al mundo con sólo 19 años bajo las luces parisinas hace un par de temporadas.

No será fácil. La lista de tenistas que quieren arrebatarle el invicto de 23 partidos es larga. Tuvo una muestra de eso ante Liudmila Samsonova en las semifinales del torneo alemán. Sin embargo, Iga retiene su nuevo rol con autoridad, probando que está ahí para luchar más allá de los contratiempos que se le presenten.

 

Imagen: Porsche Tennis Grand Prix