Es difícil escribir cuando faltan sensaciones… ¿Y cuando sobran?

Ahora me encuentro en ese dilema, porque sentí tantas cosas hoy viendo la definición de la Copa Davis que me resulta muy complicado ordenar, priorizar y categorizar los sucesos.

Intentaré ir de atrás para adelante y, al final, tal vez termine escribiendo más de una nota. Mi estilo es escribir lo que siento, pensando lo menos posible y es lo que haré una vez más.

Suiza ganó la primera Copa Davis de su historia hoy y fue gracias a un equipo. Stan Wawrinka, además de ser un increíble jugador, jamás, a pesar de no contar en varias series con Federer, jamás dejó de jugarla, jamás renunció a su sueño y es a mi parecer el máximo responsable y merecedor de que Suiza se haya consagrado. Su capitán, Severin Luthi mostró inteligencia y versatilidad para tomar buenas decisiones en un momento que la serie se había tornado un tanto adversa.

Habiendo mencionado esto y sin muchos ánimos de hablar de records o tanteadores voy a intentar transmitir lo que me pasó hoy.

Hoy disfruté del tenis, en su más pura esencia, disfruté de ver al mejor intérprete de este deporte dar un concierto o una obra de arte. Me cuesta traducirlo en palabra y todavía me regocijo con las imágenes y lo que viví (y eso que fue a través de la TV).

Una persona que se destaca en su disciplina, que es lo máximo en su especie.

Su punto era decisivo, su país lo necesitaba para realizar el sueño… y Roger Federer entra, va y juega uno de los partidos más impresionantes de su carrera justo ahí, frente a los dioses, frente a la historia.. justo cuando arde el fuego sagrado de la gloria.

Atrás estaba ella, la que confunde y encandila, al lado, casi 28.000 personas siendo testigos privilegiados sin importar para quien alentaban. Y en la TV o en internet, millones y millones de personas siendo cómplices de la misma locura.

Una persona, que juega, jugó y jugará al tenis como ninguna jugando al tenis como ninguna. Un señor de 33 años, con 17 Grand Slams en su espalda, padre de dos mellizas y dos mellizos, impactando con el corazón, ajustando con valentía y compitiendo con bravura.

Cuando estaba en la cima, cuando fue un poco más vulnerable, cuando todavía le faltaban cosas y cuando ya había logrado demasiado… siempre fue igual y su secreto se revela en su brillo. El juega porque tiene pasión y amor por lo que hace y es el mejor porque tenía que serlo. Tan sencillo como increíble.

Habrá quienes alguna vez superen sus records o quienes tengan más o menos fortaleza mental para competir. Seguro que existen aquellos que impactan mejor que el de revés.

Ahora, hay algo que es unánime y aceptado por sus pares y admiradores.

Cuando Roger Federer tiene esas rachas de genialidad, solo queda sentarse, esperar ,disfrutar y agradecer.

Estando en el estadio, mirándolo por TV o enfrente.

¿Cómo puede ser que una persona pueda llevar al tenis a esos límites?

La respuesta es sencilla. Roger Federer.

Un nombre y un apellido que han cambiado el tenis para toda la eternidad.

 


 

2 Comentarios

  1. Disfrutemoslo….esta entre nosotros y no creo que en nuestra era volvamos a ver algo igual…con humildad y hasta timidez casi ni tocaba la copa…el, que ha ganado todo y que seguramente ganará mas, dejó de lado su individualidad y se sintio parte de un EQUIPO, ahi esta la diferencia, formaron un EQUIPO, dejaron sus egos y diferencias de lado solo para darle la primera copa a su pais….creo que ahi esta la diferencia. ..en la esencia. ..solo ahi

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