Jelena Ostapenko vence a Iga Swiatek y termina su reinado.
A fuerza de palos, la noche de domingo fue toda para la letona, que venció a la #1 del mundo por 3-6 6-3 6-1 en octavos de final del Abierto de Estados Unidos. Así Jelena agranda la brecha que la separa con la polaca en el head to head, donde aventaja a Swiantek por 4-0.
Ostapenko había irrumpido en el circuito en Roland Garros 2017 venciendo a Simona Halep; un año más tarde conseguiría su mejor ranking #5 y las semifinales de Wimbledon. Pero después de dos buenas temporadas su tenis comenzó a mostrar muchas irregularidades y en el 2020 casi sale del lote de las cincuenta primeras del mundo.
Los malos modos, su carácter irascible y hasta la payasesca indumentaria que usa, la convirtieron en una villana de película. Miles de malos entendidos, comentarios fuera de lugar y reacciones sin sentido la aislaron del circuito.
En esta temporada, ya con unos kilos menos, llegaría a cuartos de final del Abierto de Australia, semifinales de Roma y ganaría su quinto torneo en Birmingham. Su ranking comenzó a subir ubicándose dentro de las veinte mejores nuevamente y tu tenis en alza.
Pero en el tenis de Jelena poco es lo que parece, así como Mónica Seles, la letona es mucho más alta de lo que muestra en cámara (1,77cm) y sus tiros, sobre todo su derecha es de otro planeta, no solo en cuanto a velocidad sino también hablando de precisión.
Nadie la quiere, de hecho, la odian, pero a ella no parece impórtale. Porque está de vuelta. La odiada, está de regreso.