Hace aproximadamente 10 o 12 años, en debates informales de tenis, el concepto de “Big Four” comenzó a graficar a los 4 tenistas dominantes del circuito: Federer, Nadal, Djokovic y Murray. En los últimos años, sin embargo, dicho concepto mutó, un integrante “dejó de pertenecer” y la excelencia solo fue potestad del “Big Three”.
Andy Murray nos interpela, nos cuestiona a cada paso que da en en este tramo de su carrera ¿Nos habremos apresurado a sacarlo de ese “Big Four”?
La respuesta es NO, sustentándonos en las estadísticas. El británico está muy lejos de Nadal, Djokovic y Federer en lo que respecta a títulos de Gran Slam, si se quiere el dato por excelencia para determinar el lugar de los tenistas en la historia. Mientras que los tres mencionados tienen más de 20 coronas cada uno, el bueno de Andy tiene solo 3. Además, el escocés pierde el head to head con los otros tres, con bastante contundencia.
Sin embargo, la respuesta es SI si reflexionamos más allá de los números. ¿Qué significa Murray para este deporte? Es resiliencia en el presente y sinónimo de TENIS, desde siempre.
Una lesión en la cadera en 2018 lo obligó a retirarse, y repensar su decisión meses después. Andy tiene hoy la comúnmente llamada “cadera de metal” (explicaciones médicas aparte) y en esa condición volvió a las canchas. Hoy compite con “eso” dentro de su cuerpo a los 35 años.
Luego de la operación volvió a jugar y, lógicamente, con resultados esquivos. Quizás no decepcionantes para el, que siempre entendió el poder competir en el circuito como un privilegio. Pero en este Australian Open 2023 estamos viendo otra cosa: un Andy desatado, liberado, fluyendo. Y principalmente disfrutando la competencia. Desde ya que los resultados lo acompañaron (esta en la 3ra ronda), pero no fue gratis. 10 horas y media en cancha en dos partidos. Habrá que desempolvar estadísticas para encontrar un jugador que vaya a competir en R3 de un Slam con tamaña cantidad de tiempo invertido en 2 presentaciones. El propio Andy admitió que se preparó de una forma especial para que su físico lo acompañe esta temporada. Y todo esto con una cadera de metal…. Resiliencia.

Retomemos. ¿Por qué sinónimo de TENIS? Porque entiende todo adentro de la cancha. Cambios de ritmo, cambios de altura, defensas ilógicas, pelotas lentas al fondo luego de recibir planazos. Drive fluctuante pero revés excelso. Todo en gran combinación. Quizás no llego al nivel extraterrestre de los otros 3, aunque hay que admitirlo: siempre estuvo sentado en la misma mesa, al menos en cuanto a calidad de TENIS.
Los números no mienten, pero el corazón tampoco. El mundo del tenis estuvo gobernado tantísimos años por el Big Four.