Djokovic y Tsitsipas desataron el nudo de semifinales con bastante autoridad (el primero más que el segundo). Ahora, se batirán a duelo en un encuentro que promete emociones fuertes.
La final de este domingo se presenta como una enorme oportunidad para ambos. Comparten un objetivo en común: quien gane será el 1 del ránking desde el lunes, desplazando a Carlos Alcaraz. Pero a su vez, cada uno tiene sus propios deseos, escondidos detrás la victoria el domingo.
Djokovic buscará igualar a Rafael Nadal en la suma de Gran Slams: 22, un número a estas alturas escalofriante. Además intentará igualar al español en obtener un doble dígito en un mismo GS (Rafa 14 Roland Garros, seria el 10mo Australian Open de Nole). Buscara el serbio mantener su invicto en finales de este torneo, ya que ganó las 9 anteriores.
Uno de los números que más asombran del balcánico es la racha que arrastra desde el 2022. Contando desde la primera ronda de Wimbledon, jugó 37 partidos y ganó 36. Solo cayó frente a Rune en la final de Paris-Bercy. En este camino obtuvo 5 títulos, que pueden ser 6 el domingo.
Respecto a Tsitsipas, buscará su primer título grande, en su segunda final (cayó frente al propio Djokovic en Roland Garros 2021, después de estar 2 sets arriba). El objetivo de ser Nro 1 del ránking desvela a Stefanos. Sería la primera vez en la cima, para un jugador afirmado en el top ten hace ya varios años. Pero Tsitsipas tiene una gran oportunidad, una intangible desde lo numerico: dar un golpe sobre la mesa, demostrar que es el quien puede tomar el mando que de a poco parece empezar a soltar el Big Three: Federer retirado, Nadal con muchas lesiones y Djokovic con problemas en el calendario por su negativa a vacunarse, y con una merma (pequeña, hay que decirlo) en cuanto a su físico.
Medvédev en aquel US Open 2021, ganando al serbio en la final, parecía el nuevo dueño del circuito. Pero lejos estuvo de sostenerlo desde ese momento, ya que perdió partidos con Nole y Rafa, además de ceder terreno en el ránking. Hoy Carlos Alcaraz es una incógnita. Con talento de sobra, con resultados y juego brillantes en el 2022, llego a ser número 1. Pero un par de lesiones y todos los puntos que probablemente pierda en próximos meses ponen entre signos de pregunta que tan protagonista del circuito será en este 2023. Su juventud es su ventaja. Tiene muchos años de carrera para afianzarse y dominar el mundo de la raqueta.
En este panorama, la oportunidad es de Stef. Batir a Djokovic en Australia sería un batacazo significativo, e histórico. Imaginense: vencer a Nole en su torneo favorito, donde nunca perdió una final, y además, transformarse en el líder del ránking.
Lo que si, el griego no debe mirar demasiado el head to head. 10 a 2 para el serbio, con nueve victorias en fila.
Respecto al juego, es de esperar que Tsitsipas intente mandar con su gran saque y mejor derecha, la cual está funcionando perfectamente. El problema es (y siempre fue) su revés. No es que sea malo, sino que no es bueno a este nivel de competencia tan exigente. Parte de la estrategia del serbio será explotar esa falencia, ese punto débil. ¿Que decir del juego de Djokovic? Deberá mantener la excelencia que trae desde los octavos de final, en donde subió una marcha más y se transformó en inexpugnable. Gran nivel al servicio, y variantes de todos los colores con el drive, el reves, el drop shot para sorprender, el slice para cambiar el ritmo. Incluso su punto flojo histórico, la volea, luce muy mejorada. Puede que el estado de su isquiotibial sea el único interrogante, aunque si en los últimos 3 partidos no evidenció dolor, no debería suceder el domingo.
Gran partido el domingo. Muchísimo en juego y por enfrentamientos personales, por jerarquía en estos torneos, por experiencia, un claro favorito.